¿De verdad nadie lee ya poesía? El pasado lunes en Tuuu Libreria no cabía un alma más…
Pudo ser el efecto Luis Alberto de Cuenca, el hombre de las mil caras: el poeta de “línea clara”, el Cowboy de medianoche, el letrista de Loquillo, el filólogo, el premiado traductor, el amante de los cómics, del cine clásico y de la literatura fantástica (no sigo pero podría…) . Este año la fortuna le sonríe y ha sido galardonado (por fin) con el Premio Nacional de Poesía por su “Cuaderno de vacaciones”.
La escritora Silvia Grijalba hizo las veces de entrevistadora consiguiendo sacar el lado más brillante y seductor del personaje. Iniciaron un dialogo con altas dosis de ironía y humor ( muy british). El poeta hace gala de su ironía, pues reconoce que le salva del desamparo y señala que lo propio del ser humano y lo que nos diferencia de los animales es poder reírnos.
Luis Alberto es un poeta transculturalista. En su poesía, lo trascendente se codea con lo cotidiano y la cultura popular se mezcla con la literaria. Para él, no existe una “High Culture” y una “Low Culture”, solo existe una Cultura. Por eso en sus poemas puedes encontrar desde una escena de un desayuno, a referencias de Horacio o de vampiros.
«¿Para que sirve la poesía? «– le pregunta Silvia- . «Para nada. Lo que no sirve para nada es ontológicamente superior». Alguien le interrumpe y le dice que su poesía resulta muy útil para muchos. De súbito, Luis Alberto retrocede y se deshace de la impostura. Su tono se humedece y reconoce que muchos le han dicho que su poesía les ha salvado, que les ha ayudado a combatir la soledad o la amargura. Que a través de sus versos han recreado una emoción propia o que los han utilizado para enamorar a alguna. Vamos, un remedio amoris …. Y es que en realidad no puede ocultar su orgullo cuando le reconocen ese valioso préstamo que supone su voz.
Se mantiene al margen de la evolución natural del hombre que consiste en ser más y más conformista. Él pugna por mantener cierto nivel de inconformismo. Su poema «Political Incorrectness» es toda una declaración de intenciones. También reconoce que está encantado con el Premio Nacional de Poesía y no entiende cómo otros pueden rechazarlos o no agradecerlos…
Le preguntan si el poeta miente, y él nos aclara que es un «yo» ficcionado el que aparece en los versos. Nos recuerda las palabras de Pessoa: «El poeta es un fingidor.Finge tan completamente que hasta finge que es dolor el dolor que en verdad siente«. A diferencia del novelista ( que requiere muchas hora de asiento y oficio), el poeta le debe mucho a las musas, «El poema es el que pide paso».
El tiempo transcurrió sin clemencia, podríamos haberle escuchado hablar de pelis, cómics y literatura durante horas. Acabó recitándonos algunos de sus poemas. Si el éxito de un Cooltural Plan se mide por las caras de embelesamiento de los asistentes, este Cooltural fue un éxito total.
¡Gracias, Luis Alberto por existir!