Conociendo a Milena Busquets

Milena llegó acompañada  de Guiomar Roglan, periodista e intima amiga, que además hizo las veces de entrevistadora. Sabía qué y cómo preguntarle. La llama “Mile”. Bromean con el éxito que ha obtenido «También esto pasará», con el hecho de  que haya sido traducida a treinta y tres idiomas y los rumores de que Uma Thurman hará de ella en la gran pantalla (el parecido es más que razonable). De repente se pone seria y dice que a pesar de todo eso, de que a una persona en China le interese una historia que sucede en Cadaqués, en realidad todo ha sido un fracaso pues la persona para la que realmente está escrita la novela nunca podrá leerla. Confiesa que todo el libro -escrito tras la muerte de su madre- es un canto de amor.

La gente se anima con el vino y empieza a preguntarle cosas. Ella, hace alarde de ingenio y candidez a sorbos iguales. Abandera la frivolidad como forma de afrontar la vida, como una subespecie del sentido del humor. Reconoce que no sabe porque el libro ha conseguido vender tantos ejemplares, siempre es un misterio saber porqué algunos libros funcionan y otros no, pero ella ha vivido el éxito cada una de las veces que alguien se le ha acercado diciendo que había pasado por lo mismo, que se habían sentido identificados con Blanca ( su alter ego en la novela).

Guiomar nos cuenta que Milena ha recibido miles de cartas de amor desde la publicación del libro, tanto de hombres como de mujeres.«¿ Qué tiene Blanca?»- le pregunta-«Es una tía normal, que se busca la vida e intenta que la quieran»- responde-. Quizá sea algo más que eso… hija de Esther Tusquets, fundadora de la editorial Lumen, y heredera de la gauche divine. Su infancia transcurrió entre escritores, artistas e intelectuales… en esas condiciones llegar a ser normal tiene hasta mérito.

Pero «¿tú eres Blanca?»( pregunta del millón), ante eso vacila, «Bueno, en un ochenta u ochenta y cinco por ciento quizá». Los escritores siempre mienten -añade-  mezclan la realidad con los deseos, según ella Blanca en el libro supera mejor la muerte de su madre de lo que ella lo ha hecho en la realidad. Le pregunta a su amiga si cree que ella es Blanca, «Eres bastante Blanca» sentencia.

Nosotros nos quedamos con Milena. Con su magnetismo y su risa. Esperamos que haya más libros, y más oportunidades de disfrutarla…

Pd. Tuvimos unos anfitriones maravillosos, Raquel Ponce y José Robles, que nos acogieron amorosamente en su galería: Ponce+Robles; la exposición Name Paintings de Aggtelek presidía la sala, una crítica al mercado del arte en el que el nombre ( o la marca ) del artista prima sobre la obra.

 

 

 

 

 

 

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