10 cosas que aprendimos con Manuel Jabois

El periodista y escritor Manuel Jabois demuestra tener una voz propia, una mirada realista, una imaginación desbordante y mucho humor en todo lo que hace: artículos, radio, libros… Acaba de publicar su tercera novela, ‘Mirafiori’ (Alfaguara), una historia sobre amor, desamor, duelo y belleza. Hablamos con él de rupturas, obsesiones, conflictos irresolubles y de la similitud entre las relaciones y el periodismo…

1/

Sobre cómo surgió ‘Mirafiori’…
 
«Me fascinó la idea de pensar qué pasaría si la pareja con la que yo quiero pasar el resto de mi vida me dijera que desde niña ve fantasmas. Ella se lo cuenta de adolescente, la relación crece y se eleva, luego se erosiona, se disuelve y termina entre crueldades, entre infamias, como terminan algunas relaciones. Pero no se toca este secreto. Entre todas las armas que él dispone para hacerle daño a ella eso no lo toca. Siempre me ha gustado la idea de que todas las parejas tienen algo que está siempre fuera del tablero, algo que es superior a ellos, y, en este caso que es más grande literalmente que la vida, que son los muertos».

2/

¿Escritor o periodista?

«Siempre he sido, soy y seré periodista. La de escritor nunca me ha parecido una categoría superior a la de periodista. El escritor es aquel que escribe y los periodistas están escribiendo en el periódico, están escribiendo libros, o donde sea. Hay periodistas que han escrito libros absolutamente imprescindibles, impresionantes y que se han quedado para siempre en la memoria de todo el mundo».

3/

`Mirafiori´ habla del fin del amor… ¿Cómo saber cuándo se ha acabado una relación?
 
«En la promoción de esta novela parece que tengo una mitad Jesús Puente y una mitad Iker Jiménez (risas)… A veces uno cree que está cerrando la puerta pero la puerta lleva cerrada muchísimo tiempo por la otra persona. En muchas ocasiones no sabes quién se ha ido antes, ni quién ha roto. Lo que es absurdo es buscar culpas, buscar responsabilidades, analizar lo qué ha ocurrido o pararse en cada detalle e intentar saber en qué momento exacto algo dejo de hacer clic».

4/

Las relaciones y los medios de comunicación: contrastando el corazón
 
«Cuando uno se enamora, no busca el por qué, no contrasta información, porque cuando algo te llena el corazón de alegría, no buscas ninguna explicación.
En las redacciones de los periódicos es igual, sean de izquierdas o derechas. Cuando llega una noticia que da la razón a la línea editorial se contrasta, pero igual un puntito menos, con dos o tres fuentes es suficiente. Si la noticia la contradice, se pregunta hasta el último nombre… Cuando te desenamoras estás todo el rato cavando, intentando comprender qué es lo que ha pasado. Pero a lo mejor no ha pasado nada, es el mismo clic que sucedió hace 5, 10 o 25 años antes. Y no hay más. No hay más excusas, no hay más razones».

5/

«Hay conflictos que no tienen solución»
 
«En la pareja -y esto también es político- tenemos que aprender a vivir con conflictos irresolubles. Si no, terminas levantando un muro, en vez de quitarlo. No todos los conflictos tienen solución, hay que atenuarlos y convivir con ellos».

6/

Prohibido hablar
 

«Cuando menos he hablado, más me han querido. Hay veces que buscamos hablar de más. Hay que evitar eso de: «Oye, eso que estuvimos hablando ayer… ¿podemos seguir hablándolo?» ¿Por qué hacer eso? ¿es qué queremos buscar un nuevo problema? Hay un punto en el que se habla de más. Ya sabes cuál es la posición del otro y sabes cuáles son sus ideas, lo sabes. Por más que se hable, no se va a cambiar el pasado, vamos a corregir el futuro. Consejo: prohibido hablar».

7/

Sobre las rupturas y la obsesión por el otro
 
«Hay una persona de la que estabas pendiente 24 horas, siete días a la semana y de repente no tienes ninguna noticia sobre ella. Es como si hubiera sucedido un accidente de avión, una desaparición. El choque es potente. Las dos primeras semanas tras una ruptura, te empiezas a preguntar qué está haciendo la otra persona, dónde está o con quién. Entonces, pensé qué ocurriría si esta fiebre de dos semanas durará cinco años, a qué grado de locura puede llegar una persona si durante cinco años se dedica a buscar y controlar lo que hace la otra persona».

8/

Separar lo personal de lo profesional
 
«No se puede escribir con las emociones personales a flor de piel. En el periódico, cuando estoy muy enfadado por una gilipollez, no escribo en ese momento, tengo que poner distancia. No puedo escribir enfadado, ni eufórico, ni puedo escribir triste. Porque al final la historia se empapa de una tristeza que no tiene nada que ver con los personajes, tiene que ver con tu vida y tu vida no pinta nada en la novela».

9/

¿Qué pregunta crees que falta por hacerte?

«Creo que no queda ninguna pregunta por hacerme, pero sí quedan todavía muchas respuestas que dar. Aunque como buen periodista, soy muy mal entrevistado. Voy respondiendo lo que me da la gana para no aburrirme. Pero la verdad es que son los lectores los que arman el discurso de mi libro al contarme qué es lo que les ha impactado sobre lo que han leído».

10/

«Mi talento es mecánica»
«Me falta talento, no tengo un talento natural. No hay ningún ángel posándose sobre mí, no tengo musas. Mi talento es mecánica, consiste en repetir, repetir y repetir; en escribir, escribir y escribir. Cuanto más escribo, mejor escribo y cuanto menos escribo, peor escribo».

Y el extra… Cuestionario exprés de Cooltural

– Una entrevista que te haya marcado: Las de Santiago Carrillo, Isabel Allende o Carlos Fuentes. Recuerdo que este último me dijo: «La inspiración me llega afeitándome»… Son entrevistas que hice cuando era joven y tenía mucha ilusión por hacerlas».
– Un político con el que te tomarías una copa: Vladimir Putin.
– El último libro que has regalado: ‘La mala costumbre’, de Alana S. Portero.
 
Gracias al maravilloso showroom de Calma Chechu por acogernos y a Alhambra Reserva 1925 por multiplicar el disfrute. 
 
Fotografías: Javier García 

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